Cuesta tanto muchas veces, simplemente concretar un ameno diálogo con una interesante persona que se pretende conocer, y lo que más cuesta es la primera simple seña para saludar. Eso que signifique un: "Me di cuenta que estás ahí y te conozco de algún lado, me interesa tu saludo"... Eso signo fático que uno suele desear, el típico pensar "si me mira la saludo". Sí que suele costar...
Lo más loco es lo que pasa por la cabeza de uno. Imagináte si ese uno es un neurótico soñador...
Las interpretaciones de su realidad y de como la desea transformar: Algo, viniendo de este sujeto, muy singular. El pensar sobre esas primeras estéticas impresiones que mucho no dicen, ya que es sólo visual, superficial, eso que no es, que sólo está, esos pensares mucho no cuentan. Pero ese primer rastro se ve sucedido por otro que deriva en otro, mostrando más y más admirables registros, deseantes, excitantes, pero aun siguen sin poder darnos a conocer ese celestial ser interior. ¿Cómo lo podría conocer?
Allí viene el lenguaje a cumplir su función. El diálogo...
Después de esa multiplicidad de combinaciones de hechos causales mediados por sentidos, redundantemente se produce el deseo de decir:
- Hola (el estar siendo emite una respuesta) - Holis...
Después de esa multiplicidad de combinaciones de hechos causales mediados por sentidos, redundantemente se produce el deseo de decir:
- Hola (el estar siendo emite una respuesta) - Holis...
NERVIOS! Al recibir cualquier vocativo que haga referencia a su persona, sea coherente o no, sea lo que sea, venga lo que venga más allá de cualquier reflexión, se produce tal emoción que deja al congnoscente sujeto sin saber como continuar después de ese deseo descargar, interiormente se pregunta qué hacer. Entonces el más rápido o el único elemento que se tiene en la cabeza, en la lengua o en la yema de los dedos es el típico protocolo social que da al diálogo su continuar:
- ¿Cómo estás? (junto con una carita pelotuda que esperanzadamente se espera que pragme un sentido amigable, para que la pseudocognoscible se sienta segura y dispuesta a charlar y lo que esta "comida de oreja" venga a generar)
De repente, inmediatamente después de aquella maniobra desesperada y sin esperar respuesta, al deseoso se le prende la lamparita artística de la inspiración, resultado de la "musa inspiradora" a quien se dirige, ocurriéndosele algo relativamente original:
De repente, inmediatamente después de aquella maniobra desesperada y sin esperar respuesta, al deseoso se le prende la lamparita artística de la inspiración, resultado de la "musa inspiradora" a quien se dirige, ocurriéndosele algo relativamente original:
- No conozco tu persona más que en la bella virtualidad de tus palabras y en la hermosa estética de tu silueta que a mis ojos deleitan cuando contemplo tu pasar. Ni siquiera conozco el sublime sonido de tu afinación gritándole a un ladrón, que bien oportuna sería la ocasión para intentar a este cuerpo con espíritu en tu héroe transformar, y así poderme acercar al menos centímetros a esa deseada carne que contiene el rojizo sabor de tus dulces labiales. Pero eso, para conocer de tí vengo amistósamente a un simple diálogo contigo entablar...
... ... ... "mensaje leído" ...puntos suspensivos ...y más suspensivos...
Al no recibir respuesta, el neurótico soñador chico guarda las palabras que le quedan en el bolsillo, agacha la cabeza y sigue con sus tareas... El principio y fin de la historia trístemente en el mismo capítulo...
... ... ... "mensaje leído" ...puntos suspensivos ...y más suspensivos...
Al no recibir respuesta, el neurótico soñador chico guarda las palabras que le quedan en el bolsillo, agacha la cabeza y sigue con sus tareas... El principio y fin de la historia trístemente en el mismo capítulo...
Así continuó con su diálogo individual...
No hay comentarios:
Publicar un comentario