jueves, 5 de noviembre de 2015

UN PUTO FILÓSOFO EN LA POSMODERNIDAD


Había una vez, en un lugar del planeta, un lugar como cualquier otro lugar, sin etiqueta de “periferie” ni de “sudesarrollado”, ni ninguna otra etiqueta, sólo “un lugar”. En este lugar había un “puto”. Si “puto”, así le decían, no importa exactamente por qué cuestiones, personales, privadas, existenciales, psicológicas, ni otras cosas. No importa. la cuestión es que a él, otros, le llamaban “puto”, pero a él no le gustaba que otros le llamen “puto”.

Pues, un día, se preguntó: ¿Cómo puedo hacer para que la gente me deje de llamar “puto”? Porque no me gusta que me llamen “puto”. Entonces, se puso a pensar y pensar, y a estudiar mucho, terminó la secundaria y empezó a estudiar Filosofía en la Universidad. Conoció las diferentes corrientes de pensamiento putoriográficas, pitoriológicas y putgnogseológicas, y se interesó por la biografía de los principales putos de la Historia Universal. Así usó toda su inteligencia para crear una gran idea. Con ella pretendía poner un punto de inflexión en la historia de la humanidad, al menos de su humanidad, y cambiar el acontecer de La Sociedad, pues con esa brillante idea, iba a lograr que los que lo llamaban “puto”, dejen de llamarle “puto”. Y no sólo eso, sino que además, iba a dejar a todos esos que toda la vida de él se rieron, llamándolo como a él no le gustaba, a modo de venganza, en el absoluto ridículo, pues les haría ver cuán estúpido era lo que ellos pensaban, pues “el que ríe último, ríe mejor”…

Aquella idea, enorme y rica en fundamentos y significados, una gran teoría llena de difíciles palabras y complejas relaciones lógicas, de esas, de las que hablan los de “pensamiento superior”; pues nuestro amigo, el que no le gustaba que le llamasen “puto”, se armó todo eso, y hasta lo presentó como trabajo final para su estudio como filósofo, como su “Tesis”. Este gran trabajo de investigación filosófica, contenía elementos teóricos de prácticamente todas las ciencias, que fundamentaban el porqué el significado de “puto” no existía, por ende, no valía. Esto hacía ver que aquella palabra era sólo una palabra sin sentido, sin contenido, estaba vacía. Y tenía razón, cuan estúpido le hacía sentir a uno, luego de leer las 359 páginas de la tesis, el darse cuenta que toda su vida se gastó saliva diciendo una palabra vacía, como un absoluto “cero a la izquierda” en su vida.

Pues, nuestro amigo lo consiguió, con ella esa tesis, el destino de su vida cambió. Lo que desde niño soñó, lo que desde que tuvo uso de razón planeó, iba a concretarse con aquella gran teoría que escribió. Y así como lo pensó y luego existió, pensado y hecho, así fue, lo consiguió. Con ella, con esa “importante” teoría pudo conseguir que las personas dejen de llamarle “puto”, ya nunca más lo llamaron “puto”, ahora lo llamaban “Filósofo”.


El Interpretado